
La vida, ese gran misterio y también ese gran tesoro que tantas veces no sabemos ni valorar como se merece nos pone hoy en pie frente a un año nuevo que ya viene muy cargado de propósitos y de deseos. De desafíos y también de esperanzas. Una pesada carga para las pocas horas de vida que tiene este 2021 tan anhelado. Mirar hacia el horizonte sin dejar de pensar en esa valiza verde que festonea cualquier paisaje y donde el mar es una vez más el testigo silencioso de nuestro andante sendero. Hemos erradicado las ramas que nos entorpecen en el paseo para ir más ligeros y poder apreciar lo que ahora se descubre frente a nosotros. ¡Cuántas veces hemos visto el árbol y nos hemos perdido lo que había detrás!. No caben los arrepentimientos y cuando las posibilidades llegan a su límite hay que poner la marcha en otra dirección. Buen día éste para empezar algo nuevo y gratificante sin la apurada penunmbra de las sombras y los malos conceptos. Solo mirar a ese horizonte azul que parapadea tras las nubes.
