
Estival, palabra procedente del latín «aestas» y de donde viene estío, estuario, estival. Relacionado con la raíz indoeuropea «aidh» (quemar) acabamos de entrar en el verano, dentro del hemisferio norte y en el invierno en el hemisferio sur. Días largos y noches tórridas serán nuestras invitadas a lo largo de estos tres meses. El sol, más bravo que nunca agita su espesa cabellera haciendo de las nubes pasajeras muñecos de trapo que en un descuido favorecen a las tormentas que derraman grandes torrentes de lluvia sobre una tierra triste y seca. Pero como ya hemos mencionado antes es un tiempo que quema en todos los sentidos porque mientras las playas y las montañas invitan a disfrutar de ellas en nuestro merecido descanso, el camino se hace tortuoso e incierto por lo que debemos estar muy atentos a los baches, las curvas y los cilindros de esa «moto» que nos quieren vender antes de que esté fabricada ¡De locos! Feliz verano a todos.