Acerca de HANAH VALENTÍN

Escritora.

La vida es puro teatro

Nos hemos acostumbrado a ponernos el antifaz cuando salimos de casa. Lo envolvente, lo natural, lo innato que cada día más queda en un segundo plano porque hemos perdido algo tan importante como la seguridad en nosotros mismos. Siempre está «el que dirán o cómo me verán». Cada vez cuestionamos más nuestra singular manera de ser y nos adoctrinamos en el programa que nos condiciona terminando por ser marionetas en una cuerda interminable. Todos quieren ser como aquel y apenas nos hemos visto tal y como somos. Podríamos llevarnos una sorpresa al descubrir que «aquel/aquella» no nos llegan ni a la punta de los zapatos. ¿Por qué? La belleza está en lo distinto y no en esa apretada comunidad que todos diseñamos a diario para sentirnos bien aunque seamos los más infelices del universo. Hoy todo se compra con dinero. Hasta la belleza, la mentira, el odio y el poder son los estandartes en los que se apoya este mundo. Los que nada tienen que perder quedan relegados y olvidados pero aquellos que creen siempre estar en poder de la verdad son los más infelices de la tierra. La vida es puro teatro y seguirá así mientras haya mundo porque de la sinrazón se alimentan las fieras y se construyen templos de barro que terminan por caerse.

La aventura de un drago

Podríamos comenzar este relato diciendo que en el mes de mayo del 2019 dos pequeños dragos nacidos en el Puerto de la Cruz, Tenerife, decidieron viajar hasta Castellón. Querían conocer aquel paisaje y si se aclimataban a él pues allí se quedarían. Uno de ellos, el que decidió irse a vivir a Valencia se le veía bastante resuelto y se acomodó enseguida a su nuevo hogar. Pero el que pensó vivir en Onda, Castellón, no tuvo la misma suerte. Entonces el drago que vivía en Valencia decidió trasladarse y ocupar el vacío que había dejado su compañero. Encontró un lugar precioso en una casa rodeada de jardín y llamada «La generala» para vivir. Toda una acción de bondad por parte de quienes facilitaron su traslado. Visitar al drago se ha convertido en una visita puntual hasta la finca, donde los árboles, jardines y el entorno hacen que el pequeño drago vaya creciendo feliz.

Con más fuerza si cabe

¿Si cabe para qué? ¿Para doblegar la voluntad de las personas? ¿Para amordazar al pueblo cuando las vergüenzas personales salen al exterior? Yo como tantos queremos o desearíamos tener la respuesta a muchas cosas. ¿Es que la intimidad de unos vale mucho más que la de otros? Hemos asistido a una burla soterrada que desde hace mucho tiempo se venía gestando. Hoy somos mucho más vulnerables que hace unos meses porque nuestra dignidad está cada vez más maltrecha y sin embargo el silencio y la inacción sigue siendo nuestro estandarte. Nadie es humillado si uno no se deja humillar porque la voluntad es nuestra arma y para algo la tenemos. «Con más fuerza si cabe trataré de salir fortalecido, mi poder traspasara continentes y pasaré a la historia como un salvador » (el cinismo). Quizás ese es el fundamento de tanta rabia contenida. Como un ancla asida a la vida, al progreso, a la humana voluntad de las personas que observan y sienten lástima por ellos, debemos encauzar nuestras miradas a esa unión para que nada fragmente nuestro futuro ni quiebre nuestras esperanzas. Ese ancla que hoy se rodea de vendavales inciertos, atormentados y temerosos de que la verdad emerja sin condiciones ni lastres porque no hay lugar para la ira ni ventajas para la destrucción en favor de uno mismo. Pobres los que creen en un poder que se quiebra con el sol y se congela con la venganza.

Rivales de la gravedad

Recuerdo viendo esta imagen a Isaac Newton, físico, teólogo e inventor de la ingles nacido en el año 1642. Hombre sencillo y mente brillante que nos mostró que la mejor manera de entender es usando buenos ejemplos.

«Hay que hacer las reglas, no seguirlas»

«La naturaleza es verdaderamente coherente y confortable consigo misma»

«No se puede existir sin estar relacionado con el espacio de alguna forma»

«Vive tu vida como una experiencia en lugar de una explicación»

Sin lugar a dudas hemos aprendido de ellos aunque algunos todavía intentan buscarle tres pies al gato.

Un proyecto de vida

Savia nueva frente al regocijo de la primavera que siempre cumple con nosotros a pesar de los tiempos que corren. Un nuevo proyecto de vida que reúne tas las buenas intenciones de quienes buscan en ella un camino hacia la renovación. A pesar de que el árbol sienta dolor por la falta de empatía de muchos siente que debe estar ahí procurando darnos sombra y creando nuevos espacios entre sus ramas para abrazar esa continuidad intrínseca de lo natural, de lo vivo y sobre todo de su magnificencia. Cuidar de los bosques. Limpiar de sus senderos se está haciendo algo muy pesado para el hombre y descuida el privilegio que tiene de poseer tanta belleza. Nuestro proyecto de vida es el mejor proyecto del mundo porque él está nuestra supervivencia.

Ocaso sobre las nubes

Cuando el mes de abril desvanece puede sorprendernos con sinfonías como esta. Se resistía a sumergirse tras el horizonte. Nos mostraba su cuerpo en la imaginaria sucesión de colores. Caía la tarde pero otra nueva fantasía se entrelazaba frente a mis ojos. Horas antes, en una clase de un colegio de primaria me preguntaron cómo había yo descubierto la imaginación. Con sus miradas suplicantes a esa respuesta perfecta a la vez que sencilla les conté que todos tenemos ese don de imaginar y debemos alimentar como un arbolito que va creciendo poco a poco. Les gustó mi respuesta por que vi en todos ellos que creían en mis palabras. ¿Qué dirían ahora al contemplar este ocaso sobre las nubes? Sería como un paso más en su aprendizaje al que todos tendrían entrada.

Comprometidos

No estamos ni tan siquiera comprometidos. Muchas palabras y pocos gestos. Las costas, los montes, las riberas de los ríos gritan a voces por esa actitud irresponsables de quienes han encontrado en el turismo una manera de enriquecerse. La naturaleza ya no puede más porque estamos haciéndola víctima de nuestros juegos, nuestras aventuras, nuestros desafíos. Por todo el mundo la naturaleza clama un poco de silencio, de paz. Y nadie la escucha. Mientras medio mundo se mata en guerras por el poder los presupuestos para fortalecer, respetar y hacer renacer nuevamente la vida que un día nos deleitó, nos enamoró y hasta nos hizo cambiar el rumbo de nuestro destino pasa a segundo lugar. Que vergüenza o más bien diría yo que lastima porque en esta contienda los que vamos a perder somos nosotros. He viajado por diferentes lugares y me asombro al ver como hemos ido comiendo al mar su espacio. Hemos talado muchos bosques sin necesidad alguna y hemos dejado correr nuestras miserias (basuras) en las rutas más maravillosas que hemos podido realizar. ¿Todavía nos quejamos de que las enfermedades se extiendan sin apenas ser reconocidas y atacadas? ¿Aún pensamos que el ciclo natural de las estaciones es solo cosas de un cambio climático que lo hemos provocado nosotros mismos? Hoy miro con desconsuelo las costas de Galicia, del Mediterráneo, de Canarias por supuesto y me da asco. Muchas marchas y convenciones. Demasiadas cumbres que a golpe de motor de aviones y grandes automóviles desfilan ante el mundo vestidas de descaro.

¿Comprometidos? No sabemos muy bien ni lo que queremos.

Fortaleza de 300 torres

El castillo de Onda se encuentra situado a 284 metros sobre el nivel del mar. Conocido como «el castillo de las 300 torres» fue declarado en 1.967 Conjunto histórico de bien de Interés Cultural Su estructura inicial fue levantada por los musulmanes en el siglo X sobre un antiguo asentamiento romano. Hoy en día se puede apreciar como una fortaleza a cuyos pies se encuentra la cuidad de Onda y toda la comarca.

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El castillo de Onda se encuentra situado a 284 metros sobre el nivel del mar. Conocido como «el castillo de las 300 torres» fue declarado en 1.967 Conjunto histórico de bien de Interés Cultural Su estructura inicial fue levantada por los musulmanes en el siglo X sobre un antiguo asentamiento romano. Hoy en día se puede apreciar como una fortaleza a cuyos pies se encuentra la cuidad de Onda y toda la comarca.

El río Sonella. Unión del río Veo y el Barranco de Castro bajo la mirada del castillo.

Azahar

El aire puro de tus extensas cosechas hacen de ti la sinfonía del tiempo. Un tiempo de antes y un tiempo de ahora ya que permaneces con tu cara al sol saciándote de su singular belleza. Entre naranjos y junto al mar extiendes tu amplitud hasta esos puntos recónditos donde aún quedan risas, tardes de verano y noches de intensa calma. Reconocerte es ya un privilegio pero también una vuelta atrás en el tiempo donde aún hoy existen la diversidad de tus sabores. Azahar, esencia de una tierra enamorada del mar, de sus montañas, de sus lagunas y de su arte. Allí se encontraron la pluma de Vicente Blasco Ibáñez y el pincel de Sorolla en ese vals de un tiempo que no muere porque seguimos sintiendo, escuchando y saboreando sus matices en el lienzo multicolor de la tierra valenciana.

Buscar la otra verdad

No es fácil cuando el mundo está tan enmarañado en cosas superfluas que solamente unos son capaces de dominar. Con el poder todo se logra, e incluso el deterioro de una persona por razones que vemos y que sentenciamos. La verdad es mucho más que una declaración de intereses, una respuesta a un interrogatorio y también una máscara a la hora de mostrarnos tal y como somos. La vanidad con la que se pasean por el mundo quienes tanto han de responder les hace cada día más odiados. ¿Cómo podemos descubrir ese reducto en el cual la verdad no se esconde? Nerón incendió Roma antes de perderla y cuando el felino tiene a su presa entre los dientes es capaz de todo. Paseando nuestras miserias y coronándose de laureles más de uno se hallan presuntamente en poder de la falsa verdad. Su verdad. La que ellos han manoseado para someterla a sus deseos. Se dice que la «verdad» es una tierra sin caminos y no suele ser fácil encontrarla para aquellos que trazan a diario esquemas y laberintos por los cuales llegar a apoderarse de todo.

Volvieron la amapolas

Sorteando el caprichoso destino de la humanidad. Abriéndose paso entre el tumultuoso desvarío de los hombres que se proclaman reyes y tan solo saben hacer reír a los ignorantes. Desprecio y desaprobación es el ritual maldito que cada día se nos muestra en el acontecer de los hechos, de las personas y de sus mundos. Negar lo que es y tratar de borrar a aquellos que no nos gustan por el mero hecho de «no gustarnos» en su condición de raza o de credo. Todo es propicio y aceptable con tal de hacer siempre nuestra voluntad a merced de lo que sea. Un infante no volverá a correr con sus amigos ni tampoco observará nuevas primaveras, nuevas amapolas. Porque alguien lo decidió de esa manera. ¿Cómo entender la bestial sinfonía de este mundo decrépito y maloliente si ni siquiera sabemos abrocharnos bien los zapatos? El mundo se engulle a sí mismo como algo descompensado que busca y no encuentra cómo hacer más daño. Serpenteando el camino hoy las amapolas se vuelven a abrir a nuestros ojos porque es primavera, porque es abril. Y en esta preciosa locura del tiempo se encuentra la llave de un volver a nacer. Pero tardaremos en conseguirlo.

Mientras dormías

No fue necesario colgar un atrapa sueño de la ventana. Todo sucedió porque sí y con gran desesperanza hoy nos sentimos engañados. Mientras dormías las malas mañas fueron socavando un entramado oculto en el que nadie podría ni siquiera imaginar. Pero sí la imaginación de aquellos que cerraron nuestras ventanas para que estuviésemos separados del mundo. Con la vida y con la esperanza de las personas no se debe jugar. Nos separaron del mundo bajo la amenaza del contagio, de la muerte y de la desinformación. Seres obtusos que no creen en nada ni tampoco en nadie solamente en ellos mismos y en sus intereses. Lo mismo ocultaban la verdad como nos inculcaban el temor a lo desconocido. ¿Qué pasó en España durante aquel ilegal confinamiento al que nos sometieron? Ahora la verdad de todo aquel entramado rocambolesco se abre frente a nosotros como las bocas de una ciénaga maloliente en la que nadie quiere mirar y muy pocos reconocerse autores de la misma. Miserables contadores de dinero ajeno del que nadie dio su uso apropiado (salvar vidas) solo engrosar sus tarjetas de crédito. Mientras dormíamos se contaba el dinero y se hacía caja. Algunos llegamos a intuir que nada bueno se estaba cocinando y por desgracia acertamos. ¿Por qué Luces de Bohemia (Valle Inclán) nos define tan claramente todo esto? Porque exponen la hipocresía y la decadencia moral de la sociedad española de la época y que siguen resonando en la actualidad. Como si nada pasara proclamamos a los corruptos y ensalzamos a los terroristas. Es el acontecer ocioso de un pueblo que no ha sabido imponerse al yugo de sus políticos y a defender su razón de ser como humanos, ciudadanos y personas con conciencia propia.

Sumisa locura de un pueblo engañado

La sumisión menos comprensible y más tóxica es la claudicación del libre pensamiento. La sumisión y la tolerancia no es el camino moral, pero sí con frecuencia el más cómodo. Si un pueblo no persuade y demuestra a aquellos que hacen del poder su victoria traerá mucho daño. Estamos en los cauces de un río que fluye sin timón arrastrando todo aquello que molesta. Paralelos a esto hacemos de nuestra existencia un caminar contracorriente y cada vez más infrahumano. ¿Qué pasa entonces? Seguir bajando la cabeza es una opción cómoda que nos permite continuar en ese sillón de aparente tranquilidad al que nos hemos amoldado como un programa de no retorno. Dejando pasar las cortinas de humo que a diario intentan embobecer nuestra curiosidad. No es de de justos. Las corralas que se escenifican en cada acto del Congreso de los Diputados nos muestran el calibre de quienes intentan hacernos más sumisos cada día. ¿No lo estamos viendo? Creo que las palabras sobran y cerraré este comentario con una poesía que realmente lo define.

«Tú lastimas la piel de su pobreza

con promesas de azul amanecer

que convencen su sed de florecer

y alimentan los sueños de grandeza.

Con su voto construyes tu proeza

pueblo suicida que olvidó su ayer

y te entrega de nuevo aquel poder

con alegre ignorancia cual flaqueza-

Pero quién salvará a mi pueblo bello?

resulta igual mirar a cada lado

pues solo veo pura corrupción. (José L. Calderón)

Los cuentos de Hanah

La Editorial Europa Ediciones acaba de publicar el libro «Los cuentos de hanah«, una recopilación de veinte historias fantásticas vistas desde los ojos de una niña de ocho años que jamás dejó de lado sus sueños ni perdió en ningún momento el poder de imaginar. Traslada al mundo real su fantasía impregnada de sensibilidad y aprendizaje en un mundo que cada vez se está volviendo más gris y menos divertido. «Los cuentos de Hanah» son un regalo y una enseñanza donde la edad no tiene cabida ni tampoco las clases sociales. Un paseo por la imaginación con los pies en la tierra. Un viaje incalculable al que todos tenemos derecho a vivir.

Esperanza

A veces vivimos días alegres pero otros aparecen días muy tristes y nos desesperamos al contemplar esa sombra gris que nos envuelve. Elijo «esperanza» para iluminar ese entorno de luz y de sombra que a todos nos ha tocado vivir. El mundo se halla inmerso en un túnel de oscuridad y violencia que no sabemos hasta donde podrán llegar nuestras miradas y en qué dirección. Recordar es volver a vivir. Pero no siempre ese recuerdo ha de hacerse desde el escalón de la tristeza sino desde la puerta a la esperanza y hacerlo nuestro con todas sus tonalidades. Mirar al mar y encontrar en el ese sendero azul de la esperanza que alivie los días oscuros y enmarque muchos de nuestros aprendizajes. En todo hay un destello de reafirmarse aunque en su recuerdo nos intente hacer revivir amaneceres perdidos, risas olvidadas e instantes de añoranza y de refugio. Esa esperanza que en lontananza culebrea sombre anchos mares y horizontes de siluetas que a pesar de los años siguen ahí como faros en los días que el mundo va escribiendo la historia. Un antes y un después al que no podemos poner final porque solamente la razón tiene la llave para ello. Día 11 de marzo del 2004, veinte años después.

España, en estado lamentable

Mientras los días pasan y las desfavorables noticias ilustran los diarios del país, muchos tratan de escurrir el bulto frente a las miradas que le señalan. Comerciar con la vida de las personas es uno de los delitos más graves a los que nos enfrentamos tras salir a la luz las conductas de quienes pretendían salvar al país de una pandemia y engordar sus alforjas con el dinero usurpado indebidamente de las ayudas europeas para tal fin. ¿Quién tiene en su cerebro tanta maldad? Me siento incapaz de comprenderlo pero a la vez condeno a aquellos que jugaron con la vida de los demás, porque a ellos seguro que nada les faltaba. Y eso sin añadir al carro de la compra las enormes mentiras de un confinamiento ilegal que a día de hoy pocas respuestas se han podido verificar. Mientras observamos al país, a nuestro país España, en un estado lamentable de deterioro social, conductas agresivas y todo un largo camino de desventuras, improperios y falta de humanidad, la vida sigue. Pero ¿de qué manera sigue? Construyendo un futuro de cristal con pies de barro. A unos les vuelve locos pasear en «chalupa» homenajeándose con mariscadas y haciendo las cuentas de los beneficios mientras compran chivatos innecesarios y carniceros a sueldo. Todo vale en este país que se encuentra en un estado lamentable al que gustan venir a beber y a montar guerrillas callejeras porque en sus países de origen estarían todos tras las rejas. Pero aquí todo es posible. A parte de que ya pocos nos creen y solamente nos buscan para traer emigrantes en patera, prófugos de la justicia y algún que otro oligarca ruso que llega, compra y hace su negocio. En este estado lamentable que cada día vemos pasar frente a nuestra ventana consumimos nuestra vida. Una vida que a veces le damos muy poca importancia porque no elegimos adecuadamente a quienes nos condenan ni tampoco sabemos plantar cara a quienes nos cortan de libertad. Yo siempre he dicho que España es el único país del mundo donde los libros de reclamaciones están en blanco. Por algo será, ¿no creen?

A vista de pájaro

Hoy por hoy ya nos vamos acostumbrando a intuir todo aquello que nos va siendo sospechoso. Y a pesar de no tener demasiados medios siempre está esa coma o ese acento que nos enciende la lucecita de la intuición. Cuando el silencio es el cofre de las decisiones malévolas y los negocios turbios es difícil encontrarnos con llave maestra. Nada se esconde bajo el sol a pesar de estar protegidos de todos los elementos existentes, porque la verdad es transparente y la mentira opaca. A vista de pájaro vamos comprendiendo todo ese mundo que subyace bajo nuestros pies, nuestros intereses y también nuestra libertad, dado que la torpeza es el arma que se convierte en el obstáculo de lo que no es legal. Ni las togas, ni las magistraturas pueden llegar a tapar las malas decisiones. Ni los semblantes de los que llegan a creerse lo que jamás han sido o llegan ser por las credenciales de sus nefastas combinaciones para enriquecimiento personal. A la vista están sus vergüenzas y en la forma de actuar sus intenciones por mucho que intenten disimular. Cuando todo se viene abajo de nada sirve apretar los puños ni las mandíbulas. Cuando las verdades cuentan y cantan al unísono nada permanece oculto y el sol ya no es amarillo ni la noche se cubre de estrellas porque las pesadillas irrumpen y la vida cotidiana va dejando al descubierto los borrones de sus actitudes. Desde el aire todo parece distinto, sí, pero también todas las verdades se aprecian con mayor claridad. Y eso que no tenemos la bola de cristal, pero sí el cristal con el que se miran muchos de los se dicen importantes.

Pendientes de un hilo

Acabamos de entrar en el año chino del Dragón y por consiguiente recibimos mucha más influencia de dicho país asiático. El Dragón nos sujeta con hilo tan débil que ya estamos a punto de caer al vacío. ¿Quiénes mueven los tentáculos de ese poder malvado al que se ha vendido el alma? Todos lo sabemos y ellos mejor que nadie, solo que es mejor seguir en la cima que andar descalzo por la calle. Ya nada importa, lo importante es «aportar maldad» y seguir siendo ese gigoló que a muchas abduce y que a otros sin embargo da náuseas. Pero ahí estamos los españolitos de a pie, esperando que caigan las uvas o mejor dicho que caigan algunas gotas para saciar la sed de nuestros campos. Enjaulados y a merced del viento y de las narco pateras que ya son el cáncer de nuestras costas para después refugiarnos en la mentira y la poca vergüenza. Al final nada como es costumbre. Todo se disuelve como el humo del cigarro pero con los efectos secundarios de sus componentes. El Dragón chino se ha puesto en pie y como bien dijo Napoleón; «cuando el gigante asiático despierte no habrá lugar en la tierra en el que podamos refugiarnos». Los frentes están abiertos y las heridas muy sangrantes pero no somos ni tan si quiera capaces de darnos una pizca de cuenta de todo ello. Volverán nuevas naciones a gobernar la tierra y la civilización que ahora conocemos pasará a engrosar las páginas de la historia del mundo. Aunque todavía podremos hacer uso del paraguas que, a parte de protegernos de la lluvia podría hacernos caer en nuestros propios errores y tratar de solucionarlos.

La horateca

Últimamente se está tirando mucho de hemeroteca para desenmascarar a muchos del descarado porte valiente que hacen de la mentira un hobby y de la presunción un hábito. ¡Cómo se puede ser tan falso! La mentira tiene las patas muy cortas. Y todos tan dignos e hipócritas que apenas distinguen la mediocridad del ser tontos. A caballo o en falcón contonean sus figuras mientras escriben las páginas de esta «horateca» en archivos que se suceden de hora en hora y que muy tristemente están dejan a nuestro pais frente a una bajeza moral convertida en un cúmulo de despropósitos lamentables para nuestra democracia. El tablero de ajedrez que a diario manosean según sus antojos y caprichos convierte a esta sociedad en algo lamentable. Y mientras las caravanas de agricultores inundan carreteras y capitales, las salas de espera de los aeropuertos albergan a emigrantes sin destino ni atención prometiéndoles cosas y cosas que van saliendo como de la chistera de un mago y en realidad está vacía. ¿Qué puede ocurrir de todo este guateque político y desnortado? Que al final todo caerá en pedazos y ya no habrá nadie que se brinde a ordenarlo. Eso sí, siempre hay ocasiones en las que nos podemos encontrar un diamante caído y sepamos como hacer de él un futuro prometedor, pero eso dejémoslo para los más avispados. Mientras, Rayita está feliz en su columpio y ve pasar el mundo a sus pies. Igual que hacen muchos que nos gobiernan porque saben que el plato está lleno, los viajes pagados y el efecto bisagra asegurado para salir corriendo. ¡De traca, señores!

Un monstruo vino a verte

Estamos habituados a crearnos esa coraza que nos oprime y nos condiciona cuando no somos capaces de aceptar la realidad que nos rodea. Con la ayuda de aquel entrañable monstruo al que hizo su amigo el protagonista del guion cinematográfico, cambio su vida llena de temores e inseguridades. Pero no todos los «monstruos» son como aquel y nos casamos con el mediador erróneo. Todo vale a la hora de seguir como hasta ahora, haciendo descalabrar la economía, justicia, las relaciones entre los pueblos de un mismo país. Aferrarse al sillón y firmar un contrato con ese que dice tener la razón pero que sin lugar a dudas es el causante de ese destrozo de las leyes para ser lo más en una España febril y algo convulsa que quema sus días entre la discordia, las malas maneras y la agresividad porque no siente esa seguridad que tras años se ha ido afirmando. ¡Qué ridículo es aquel que se cree único en un pedestal de arena! Aquel monstruo que creó lazos de amistad en la entrañable película dista tanto de estos que engendran mundos irrealizables haciéndonos creer que debe ser así. ¿A quienes intentan engañar señores? La caída será dura sin dudarlo, porque no hay nada seguro en la vida. Ahora toca desnudarse frente al monstruo y es ya le estamos viendo su verdadera sonrisa. ¡Cuidado!