
¿Creen que es fácil pintar el mundo de otro color? La estrella polar se ve a simple vista pero la distancia que hay entre ella y nosotros es infinita. Polaris nos acecha y también nos advierte procurando en cada momento que le dedicamos nuestra mirada y hacernos ver. ¡Cosa tremendamente difícil exclamarían muchos! Con su significado simbólico y espiritual para tantas civilizaciones ya que eran una potestad para el camino que debían iniciar ahora se nos muestra como la conciencia de todo aquello que hemos ido dejando atrás ensombreciendo el camino. Pintar al mundo con el color de la transparencia y surcar las galaxias sin dejarnos la basura en ellas. Comenzar por una flor y terminar por un camino. Nada más sencillo y que todos podríamos hacer. Estar mal en el mundo es la consecuencia de los actos irresponsables y egocéntricos de tantos y de todos los que nos ha costado renunciar a los placeres por el simple hecho de empoderar nuestras decisiones y someter a esa otra parte del mundo a nuestros caprichos. Pero ¿de verdad que no somos capaces de pintar al mundo, a nuestro mundo, de otro color? Mientra Polaris nos alumbra el camino no debe haber nada que nos lo impida.