Ojos y luz

«Quién puede hablar con la mirada puede incluso besar con los ojos» (Bécquer). Deambulamos por el tiempo y muchas veces desearíamos encerrarlo en una caja para hacer de él lo que queramos. Observar es muy difícil pero recrearse en lo observado es una asignatura pendiente. Miramos pero no vemos y aún así nos sentimos importantes e invencibles. Si descubriésemos tal ventura desde nuestro «interser» no habría o habrían muy pocas cosas que se nos resistieran.Pero volviendo a la magia de ver no podemos dejar pasar por alto que todo requiere un tiempo, un lugar y un deseo que muchas veces se nos atraganta. Vemos como el mundo acelera y nos hace sentir héroes de pies de barro que a la menor sacudida caemos. Hablar con la mirada podría hacernos ver que no todo es del color que los demás quieren pintarnos. A lo lejos el puente de hierro se abre a nuestra mirada como el ojo de luz que nos indica el camino. Besemos el paisaje y atrapemos a la tierra de la que sin dudarlo es parte de nosotros y nosotros de ella.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s