Ojo avizor

Estar atento es sin lugar a dudas la mayor de las defensas. Frente a un océano de inquietas presencias, de forasteros no deseados y de economías revueltas siempre hay que tener el ojo avizor y no bajar la guardia. ¿Estamos seguros? Rotundamente no. Y ustedes al igual que yo, si tienen un ápice de intuición verán que nada es lo que parece y todo se va estrechando en ese camino incierto al que vamos de cabeza. Las cifras son buenas y parece que la gente se ha dado un homenaje a tantos días de confinamiento, a muchas horas de mascarillas y sobre todo a ese incierto futuro que ineludiblemente se aproxima como la tormenta del verano. Desde la torre vigía nuestra mirada se trasforma como un velero llamado libertad pero que más que eso se debiera llamar condición humana porque son más los quebraderos de cabeza que las explosiones de júbilo. Ojo avizor Canarias, España y todo aquel que sea valiente y mire al mar porque de lejanas posiciones estaríamos cavándonos nuestra propia fosa.

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