Un punto rojo

Variopinto el paisaje del norte y exclusivo para aquellos que gustan inmortalizar el momento. Punto rojo que nos llama la atención sin hallar en ese rincón perfecto, apacible y casi olvidado que a diario se cruza en nuestro camino. Si todo fuese tan sencillo nos sería igual jugar a la guerra, increpar a las multitudes y versificar muchas de las promesas que hacemos constantemente a sabiendas de que no las vamos a cumplir. El despropósito se instala a diario en las páginas de la historia sin pensar en las consecuencias porque como bien se diría «no va con nosotros» y sin embargo somos nosotros los que alimentamos ese monstruo. Poner un punto rojo podría ser el comienzo para encontrar ese camino que avanza y no destruye. Intentaré descubrir ese rincón placentero en medio de la lluvia donde el paisaje no desvirtúe la razón de ser yo misma. Ya les contaré.

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