
Todo hace presagiar que cada día nos deleitamos menos con el entorno. Al cruzar el parque de mi infancia observé que sus árboles me miraba y escuche el murmullo de las alas de unas mariposas. Todo es cuestión de abrazar ese enclave tan distinto a los demás y tan cercano a nuestro recuerdo. Azules esmeraldas a modo de un espejo sublime y delicados lilas que se abren en forma de abanico sobre sus aguas. Escucho el sonar de los coches cercanos pero la naturaleza me envuelve a modo de abrazo delicado. Todo es cuestión de gustos y sin embargo mis gustos, mis recuerdos no se han marchitado después de los años porque el lienzo de mi memoria intenta seguir intacto cada vez que paseo por sus rincones. llevamos impuesta la prisa y apenas tenemos tiempo para nada. Entre los verdes silencios y las canciones del agua la dama de Parque García Sanabria permanece pensante sobre su bandeja del tiempo.
