
Manantiales naturales donde el agua subterránea emerge a la superficie de manera espontánea. Su origen se asocia con la acumulación del agua de lluvia o deshielo que se filtra desde el suelo y se almacena en acuíferos. Nos encontramos frente a un gran dilema: ¿podrá la humanidad conservar el valioso tesoro de los ojos de agua? Hoy por todo se ciñe al parloteo barato e interesado que nos conduce a desdeñar lo valioso de estos paisajes. Nos hacemos extraños para nosotros mismos modelados por la sociedad. El verdadero sufrimiento de esta sociedad es la forma en que miramos la realidad. Nos hallamos envueltos en la oscura cortina de nuestra estrecha visión y de nuestros egoístas deseos. Si no lo crees mira esos ojos de agua. El otoño ya casi ha llegado. Las hojas de los árboles invadirán los caminos y las calles con sus diferentes colores. Un viaje que comienza en ningún lugar y no tiene destino. Los asuntos de este mundo son apenas un sueño. Podríamos dedicar más tiempo a lo que de verdad importa y procurar ser siempre quienes en realidad somos y no lo que nos imponen que seamos.