
¿Cuánta vulgaridad moral estamos presenciando a diario en el mundo? Las naciones, los países se han ido deteriorando desde el principio de los tiempos pero ahora más que nunca el amoral devenir de la humanidad está entrando en cánones nunca vistos. Todo se resuelve desde un sillón y a pesar de no saber ni sentarse se aferran a él como a un barco hundiéndose. Ya de nada se avergüenzan ni tampoco se sienten aludidos a dar explicaciones de las malas prácticas que les adornan. Todo está en conseguir, pero en conseguir a costa de lo que sea. La vulgaridad moral de aquellos que presumen estar de parte de los principios y derechos de las personas son los que nunca han conocido principios ni tampoco derechos porque están tan escasos de ellos que se tornan agresivos con la ley, despiadados con los demás y despreciables con sus valoraciones. No hay que mover demasiado el «fango» para ser inquilino del mismo ya que se han ido hundiendo en el mismo lodo que fueron publicitando meses atrás. La moral está dañada por la vulgar estrategia de quienes desean seguir paseando sus ideas nocivas por el mundo porque aún viven en la ignorancia de creer que pasarán a la historia como héroes.