
Condición inherente al ser humano y que ya fue estudiada en la antigüedad por filósofos y pensadores destacados. Fue precisamente el filósofo Erasmo de Roterdam quien desarrolló el concepto en profundidad. Por desgracia son muchos los que se comparan con el filósofo y no para definir su verdadero significado sino para atacar verbalmente desde su poder y enmascarar muchos de sus deslices. En el ensayo «Elogio a la locura» se aborda la insensatez y la locura en tono satírico. Las corralas y los mercados se nutren hoy entre la clase política haciendo suyos muchos conceptos cuando ni siquiera son capaces de verbalizar sin un texto ya redactado no por ellos sino por el de turno que debe inclinar su cabeza ante la demanda. Pero ya ha llovido demasiado desde que Erasmo de Roterdam nos dejara para ahora hacer encaje de bolillos haciéndonos ver que sabemos «un poco» de historia pero nada de moralidad ni disciplina. ¿Qué diría el filósofo? Tal vez escondería su cabeza debajo de la capa al observar la marcha atrás de la humanidad y la vileza tan detestable de sus gobiernos. En estos casos las venganzas son terribles porque donde nada hay, nada podremos encontrar que valga la pena. Cuando la cosecha se pierde habrá que arrancar las malezas para que brote nuevamente, pero eso ya es mucho pedir ¿no creen?