El viaje

Ya el sol ha irrumpido en nuestras vidas y el olor de las cloacas traspasa ventanas. Canícula, solsticio, suenan bien a la hora de establecer prioridades en estos días de proyectos y de evasión. Una caza a los despropósitos, mentiras y vergüenzas irrumpen en todos los noticiarios a pesar de que «todo es un bulo» preconcebido con anterioridad por aquellos que nada saben de casi todo y se encumbran en la mentira, la corrupción y el chantaje. ¿Habrá comenzado ya el viaje para muchos que aún hoy presumen de estar limpios y apenas se reconocen sus rostros bajo el yugo de la incertidumbre? Parece que todavía cuesta cargar con las maletas que un día no dudaron de llenar para abastecer sus vidas de proyectos nauseabundos. Al final las chicas del «can-can» siempre tienen que dar el último paseíllo frente a un gobierno que dice proteger a la mujer y sin embargo jamás estuvieron junto a ellas. Un viaje resuelve muchos males siempre y cuando se haga de manera legal. Hay otros que viajan hasta el infierno de cabeza a pesar de tener un «falcon» a la puerta de casa. ¡Bon voyage!

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