La ayudita

Hoy todo se compra con la ayudita. Nos convencen y caemos en la trampa una y otra vez. La ayuda se da al completo y no a medias como lo hacen muchos. «quiéreme y te ofrezco una ayudita». Todo se convierte en un trueque de intenciones, algunas veces malévolas, otras sin embargo razonables. Tapadas casi siempre por el maquillaje nos sorprenden a la hora de solapar defectos o engañosas promesas que hoy en día se han puesto muy de moda. Todos quieren esa «ayudita», aunque no la necesiten, sin pensar en los demás porque siempre se consideren ejemplares únicos con derecho a todo. Esa ayudita puede ser el comienzo de un gran fraude en toda regla. ¡Y lo peor de todos es que se lo creen! Así estamos.

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