
Existen lugares tan poco conocidos como los altos de Garajonay. Desde allí tenemos a nuestro alcance una panorámica única a la vez que envidiable. El monte de Garajonay es un reducto de belleza contenida don muchos intentan perderse entre sus senderos y colocarse frente a la mejor fotografía de los tan ansiados selfis. Pero la isla de la Gomera va mucho más allá de tradición, paisaje o descubrir. Una isla que reúne condiciones únicas en paisaje perfectos y que a veces nos pasan desapercibidos. En este lugar se encuentra la historia y la tradición porque al remontar tiempo atrás, con el silencio de los silbos y fluir de sus arroyos, encontramos esos altares de piedra en los que antaño se escribieron muchas de las páginas ancestrales de la historia de las islas canarias. Al fondo como siempre el vigía que todo lo ve. Pongámonos donde queramos, allí está.