
Como si la página de un libro pasara y nos descubriera otro color. Nueva sensación acompañada de un lujurioso enjambre de matices que al mirarlo nos atrae cada momento más. Otoño. Mi otoño y el de tantas personas que conozco y que conocí, pero que el mismo me arrebató. Sensaciones únicas que nos hacen pensar y repasar muchas de las cosas que hicimos bien y otras por el contrario no fueron acertadas. Pero estamos contemplando un nuevo otoño y como iremos viendo se irá despojando de sus vestimentas para quedar limpio. Renacer y luego volver a florecer en esa esperanza que jamás termina mientras observamos el ciclo de la vida. Lo viejo no es viejo, solamente transitorio ya que si no hay renovación nunca podrá haber vida.
