El día 29 de marzo comenzaban los actos en memoria del primer gueto judío del mundo. En la ciudad de Venecia se conmemoran los 500 años de la instauración del primer espacio de confinamiento de los judíos. Una placa en relieve nos presenta la imagen de uno de los tantísimos trenes que recorrieron Europa portando a cientos de personas en el que sería su último viaje.
29 de marzo de 1516 el Senado de la Serenísima República Veneciana aprobó el decreto de que los judíos debían estar todos juntos en una misma zona y alejados de la ciudad, de la vida social. Así nació Cannaregio, conocido también porque tiempo atrás acogió una fundación de metal y gueto es sinónimo de «segregación». Solamente podían salir a la calle en horas diurnas y llevar un gorro amarillo que les distinguía del resto de los habitantes de la ciudad.
La Sinagoga española del gueto de Venecia es una de las dos que actualmente se encuentran en funcionamiento. Fue fundada por descendientes de judíos españoles expulsados de la península ibérica en la década de 1490. Se trata de un edificio de piedra amarillo construido en el año 1580 por el arquitecto veneciano Baldassarre Longhena, siendo restaurado posteriormente en el año 1635. Actualmente a parte de las dos sinagogas existe una escuela y algunos restaurante Kosher.
Con casi tres siglos de vigencia el primer gueto judío de Europa conserva la esencia de una cultura que a través de la historia nos salpica a todos y en su idiosincrasia nos vemos reflejados en la historia del mundo. Numerosos judíos buscaron en el gueto del Cannaregio veneciano un refugio y a pesar de las restricciones que sufrió tuvo una floreciente vida cultural. La tercera parte de todos los libros hebreos impresos en Europa hasta 1650 fueron hechos en Venecia.
«Bajo la lluvia descubrimos la placa donde se encuentra la casa de reposo en medio de la plaza. Hasta allí vienen visitantes de todo el mundo y observan la página imborrable de la historia que rezuma por las paredes de sus casas y sobre los adoquines de su suelo» Fotos: Hanah Valentín en su visita a la ciudad.