Observar como un pájaro se posa en el mirador de la vida y contemplael transcurrir de nuestros momentos. Hilvanar esas secuencias atrapadas por el polvo de los días y los engranajes de nuestra existencia. Conmemorar con el canto del sol y con la canción de cuna de las lunas del verano las infinitas posibilidades que tuvieron nuestros años de infancia y que hoy recuerdo en la solapada actitud de las horas que nos toca vivir. Desde lo alto todo parece bello y hermoso pero si acercamos nuestra vista al camino tropezamos con los pros y las contras de aquellos que se hunden en la soledad de sus vidas y en el aislamiento de sus horizontes. ¿Cuán lejos está el hombre de sus conquistas si teniendo los medios necesarios no encuentra el sentido de su vida? El juicio, la valoración, la pretensión, no son experiencias vacía que la conciencia tiene, sino experiencias compuestas de una corriente intencional. Todo lo grande se encuentra en medio de la tempestad y la razón por la cual hay que saber buscar ese sentido es crear el equilibrio y la decisión necesarias para demostrarnos a nosotros mismos cual es nuestro destino. Nada en el mundo es tan difícil como no engañarse y crearse falsas expectativas pero la suma de nuestro mundo y de nuestra existencia es el compendio de todo aquello que hubiera sido posible. No me preguntes quien soy ni tampoco me pidas que siga siendo el mismo en cada décima de segundo, soy diferente, y en cada vuelo sobre mi realidad descubro las alternativas que el mundo y la vida me ofrece a cada paso. Porque cada día es una victoria.