Sencillos placeres que adornan los caminos de lava. Entre el negro y azul se escribe una belleza sublime y poderosa.En lo sencillo está la mejor obra de arte. Tal vez algunos no lo consideren así, pero tras la luz esta la verdad de todo aquello que descubrimos. Tarde de febrero en las Cañadas del Teide; donde no hay resquicio que pueda ocultar la magnificencia de vida.