
La fiesta de las carnestolendas ha hecho su aparición a pesar de que el mundo en el que vivimos se tambalea cual barquito de papel frente a la incertidumbre que azota a la humanidad. Pero la diversión existirá mientras que el mundo sea mundo y los hombres traten por unos días de diversificar los problemas y de alimentar los sueños. Como poetas de la diversión se apoderan de calles y plazas construyendo versos, pasodobles o simplemente alguna que otra manifestación de descuerdo frente a los problemas. Nada hará cambiar al hombre mientras exista la poesía, la música o simplemente el pasacalle lleno de colores futuristas que alegren nuestras miradas. El carnaval se apodera de nuestras vidas y aunque parezca irrisorio todos tenemos un momento para expandir y hablar de aquello que sin una máscara no seríamos capaces de mostrar.