Quizás parezca o no interesante el paso tomado por la política en España y más aún a sabiendas de que tal vez se convierta en una tapadilla mediática para suavizar el problema. Sí, existe en mi modesta opinión un vacío de gobierno como también existe un vacío interior en las personas que día me muestran la encrucijada que se mantiene en sus cabezas, actuando de una manera incomprensible. ¿Es que la razón ya no tiene el peso suficiente como para romper moldes y valorar situaciones? Hacer de toda esta contienda una “razón de peso, en la cual el “peso de la razón” está un poco mermada y hace falta algo más ecuanimidad a la hora de medir y valorar a todos, de cumplir con la ley y de ser conscientes de que una nación no es solo de unos. Razones de sobra para ese pulso a la esperanza y ese intento de por lo menos saber hasta donde somos capaces.