Medida exacta de casi todas las cosas. Buscar la exactitud en la existencia humana es una tarea ardua y difícil, pero no del todo imposible.¿Realmente sabemos como hacerlo? Nos condicionan las frases tan manidas de que «casi estamos recuperándonos de la crisis» «casi hemos conseguido erradicar una pandemia». El casi es tan viejo en el vocabulario como la época de Nerón y ya es decir. Nada esta concluso porque siempre hay algo que por alguna esquina se nos cuela y nos fastidia la fiesta. Y si no ¿quién se lo iba a decir al PP que casi todos los días surge un nuevo escándalo? Pero como casi todo está aun por hacer, pues no encontramos las piezas sueltas que nos faltan para  emplatar  ese menú  en el cual estamos metidos todos. Casi que sí o casi que no, las faltas son muchas y las razones por las cuales queremos hacer el «apañadito» eventual  nos está haciendo las cosas un poco difíciles. Y es que no todo vale y tampoco todos están dispuestos a renunciar a las decisiones tomadas y reafirmadas. Las crisis son periodos trágicamente fértiles y ya que la medida exacta de todas las cosas está abanderada por el casi, devaluar la razón de nuestras decisiones no es la solución más encomiable en estos momentos. «Si tienes el valor de ser tú mismo, otros pagarán el precio por ti»  Quizás no hayamos entendido bien los mensajes ni tampoco las consecuencias de los mismos, pero el futuro de una línea recta es la curva y en esa curva estamos todos metidos. Y ese  casi se apodera de las situaciones a la vez que merma el valor de nuestro sentido común.