Foto: La Razón.

La ambición de poder es una mala hierba que solo crece en el solar abandonado de una mente vacía»

Ha llovido ya mucho desde aquel día del año 1912 en el cual don Benito Pérez Galdós, escritor canario, pronunció un discurso  que trataba a la perfección la situación política de España. «No es exclusivo de nuestros días. Gran parte de la historia moderna del país ha venido marcada por la alternancia entre los diferentes partidos políticos cuyos líderes parecían movidos únicamente por el interés de mantenerse en el poder sin que les importara el bienestar  de la sociedad a la que preguntaban mediante referéndum o elecciones. Hoy, 104 años después aún sigue vigente el discurso de este hombre de las letras españolas. Según Galdós los políticos «carecen de ideales» y no son «movidos por ningún fin elevado» por lo que no mejorarán en lo más mínimo las condiciones de vida  de ésta infeliz raza. Pasará de una legislatura a otra dejando todo como se halla y llevarán continuamente a España aun estado de consunción, que de fijo ha de acabar en muerte. Entre los principales problemas están el religioso, económico y educativo, pero a juicio del escritor los dirigentes del país no se enfrentarían a ello, sino que se limitarían a hacer burocracia pura, estéril trabajo de recomendaciones, caciquismo, favores a los amigotes y legislar sin ninguna eficacia práctica. El pesimismo del escritor era tal que,  ni aún pasando 100 años si hay mucha suerte, nacerían personas sabias  pero también nuevos chorizos.