Foto; embarcadero de la Albufera de Valencia
El barco pasa y no espera. Igual que los instantes y las oportunidades de la vida. Estar en el lugar señalado a la hora indicada es un cúmulo de posibilidades de poder llegar a nuestro destino. El barco nos llevará a la otra orilla y sin embargo nada sabemos de lo que en ella nos vamos a encontrar. Pero la verdadera razón es saber qué barco hemos de tomar y hacia qué orilla queremos ir. Lo demás ya llega por añadidura.