La sabiduría de árboles; los pueblos indígenas se refieren a los árboles como «nuestros hermanos de pie». El árbol es símbolo de vida en todas las culturas. Según la mitología, los antiguos griegos consagraba a sus dioses diversas especies de árboles. El álamo estaba dedicado a Hércules, el olivo a Atenea y el laurel a Apolo. Los bosque tienen su voz propia y hay que saber escuchar. El bosque es un lugar poblado de diversas especies de árboles. Donde la imaginación crece para ver entre sus sombras a las hadas y a los elfos, a los gnomos y a las brujas.
Pero ¿Cómo es la relación entre el bosque y la persona? El hombre es un árbol que se ha metido en el tronco las raíces y la tierra y ha echado a andar; que no es nuevo capricho de la lengua el llamar tronco a la parte unitaria y central del cuerpo.
Según palabras de Salvador Madariaga: Hasta aquí lo meramente vegetativo . Pero el hombre es también un árbol en lo espiritual; si bien esto requiere una contemplación más atenta de esa maravilla de la naturaleza que es el árbol. Europa fue antaño una vasta selva y aún hoy el que mira desde lo alto se percibe de lo mucho que queda de la floresta original, tanto que la Europa humana, la de las ciudades, pueblos y caseríos, viene a ser apenas como una calvicie incipiente en el bosque único. Nada pues de antaño que esta Europa humana que vive en el continente selvático se presenta a la imaginación como una selva de árboles. Salvador de Madariaga.