Todos llevamos puesta una máscara. La imagen que los demás ven en nosotros es bien distinta a la que somos en realidad. Pero a veces tales mañas nos suelen gastar alguna que otra mala pasada y nos revelamos contra ello. La ilusión, esa especie de burbuja que a todos nos atrapa en algún momento y nos señala la realidad y el dominio de las apariencias. Porque en ella viven sutilmente ocultos nuestros miedos. Solo contamos con el momento presente y siempre estamos intentando entender y conspirar en la enjundia de las propias vivencia. Podremos engañas a todos pero jamás a nosotros mismos. Descubrir significa atravesar la seducción de las apariencias. Abrimos nuestras alas para descubrir y ser libres y detrás de la máscara debemos intentar dejar solo lo que veíamos a través de ella y no lo que realmente hemos descubierto.