Abril, de mirada inquieta, de cabeza revoltosa y de locura que envenena. Sabes siempre como aparecer ante nosotros enamorándonos a cada instante. Las flores se ponen sus mejores galas para conquistar nuestra mirada. Mes de libros y de rosas donde no cabe un rincón en el cual no estés presente. Amo a abril por su idiosincrasia y su arrebol porque quizás en él estén condensados todos los matices de la primavera. Tu hermosura trasnochada me hacer revivir al son del viento y también de esa lluvia que muchas veces asoma por calles y plazas haciéndonos sacar nuevamente los paraguas. Pero es tú eres así, diferente y colorista porque la mayoría de los pintores se han fijado en ti y yo sé positivamente que te gusta ser como eres.