Culebrea el sonido de las pisadas por las empedradas calles del barrio. Allí arriba está la hermosa iglesia que todavía muestra los esplendores de sus mejores años. El convento, las casas y el tiempo que se acurruca entre los adoquines para aferrarse al momento y no morir en el olvido. Las horas pasan sin dilación aunque intentemos frenar inescrutable paso por la vida, pero en el tañer de sus campanas resuenan las voces dormidas de la historia. En paso por allí queda ya inscrito entre sus piedras que todavía hoy guardan miles de secretos para contarnos
Camino de la iglesia y claustro del Monasterio de Pedralbes, Barcelona.