No la conoces todavía pero se presentó así de improviso aquella tarde junto al faro. Veníamos llenos de imágenes, de vivencias y de sensaciones junto al mar de Cantabria. Nadie nos supo explicar de quien era pero ella solita nos hizo los honores. Muselina me parece un bonito nombre para alguien tan dulce como esta yegua que, sin esperarlo, se nos presentó. Un bonito comienzo para esta página en este primero de septiembre. Porque recordar es volver a vivir y has vivido seguro que serás feliz.