La avispada avestruz del Parque Natural de Cabárceno en Cantabria, no necesita de apoyos para sobresalir. A su aguda vista no se le escapa ni el más pintao, porque antes de que nos enteremos ya nos ha cogido la gorra o el abanico. Astuta e independiente gusta de fisgonear por toda su parcela y si conseguimos que pose para nosotros ya podemos darnos por satisfechos. Esa altura de miras es la que la hace ser singular a la vez que temerosa.