Todo es bien distinto. Todo resulta tan fácil que hasta sacamos humor de todo ello. Tras las celosías se escriben mundos y renacen historias que a pesar del tiempo vuelven a consagrarse como únicas, y es que la verdad no entiende de siglas, vetos y contiendas. Ahora se arman barricadas del hombre frente al hombre sin apenas razón para el argumento porque a sabiendas de que estamos algo equivocados no somos ni seremos capaces de perdonar o de reconocer nuestro fracaso. Desde arriba todo es bello y luminoso pero no todo importante se encuentra por encima de nuestras cabezas. Para eso es bueno bajar esos peldaños que nos separan y mirar hacia lo alto. La visión no es la misma que a pie de calle. Intentarlo alguna vez no nos hace cobardes, solamente nos hace ser horizontalmente iguales y eso es muy importante.