Bonito es contemplarlos a distancia. Pero su ferocidad es su mayor defensa. La naturaleza manda y mandará siempre sobre la voluntad del hombre. Por mucho que este se empeñe en dominarla y en condicionarla. El respeto, admiración y estudio es un baluarte para el progreso del mundo, siempre y cuando dejemos a cada ser en un lugar apropiado desde el cual seamos todos un compendio para la propia naturaleza. Imágenes tomadas en «Loro Parque» Puerto de la Cruz, Tenerife.