Débora, en hebreo «Abeja» fue una profetisa y algunos aluden a ella como la «madre de Israel». La primera persona (mujer) que tuvo Israel como juez en la antigüedad. Tras su victoria sobre Sísara y el ejército cannanita hubo paz en la región durante 40 años. Su historia se cuenta en el Libro de los Jueces (cap. IV y V). Muchas son las reivindicaciones que tal día como el Día Internacional de mujer vienen a inundar nuestras conciencias y también nuestras calles, pero lo cierto es que el papel de la mujer no necesita justificación para ser valorado o tenido en cuenta. Desde que el mundo es mundo todo gira entorno a ella aunque queramos hacer de ella lo que no corresponde. Quiero mostrar mi reivindicación con una frase que leía hace bien poco y en la que resumimos lo dicho; «Solo después de que las mujeres empiecen a sentirse en esta tierra como en su casa, volverá a aparecer otra Rosa de Luxembuergo o una una Madame Curie y tantas otras. Ellas demuestran deslumbrantemente que no es la inferioridad de las mujeres lo que ha determinado su insignificancia» Simone de Bouvoir.