Otra se abrirá. Sus causas y efectos no pueden descubrirse por la razón sino por la experiencia. Sin ese flujo estamos en total ignorancia de toda cuestión de hecho, más allá de lo inmediatamente presente a la memoria y a los sentidos. Cada solución da pie a una nueva pregunta porque la vida continúa interrogándonos y haciéndonos cómplices de nuestros propios razonamientos. Pero siempre existe esa cavidad en el tiempo de las cosas donde hay un hilo del cual tirar para abrir esa puerta. En este mundo convulso en el cual nos ha tocado vivir muchas puertas permanecen cerradas frente a nosotros y son numerosas las veces que odiamos abrirlas por temor. Esa inseguridad nos condiciona y nos aísla. No hay razón para no dar un paso adelante y abrirnos a todo un mundo que reúne numerosas preguntas pero también interminables respuestas. Más allá está todo y quedarnos en ese límite impuesto por la sociedad, el temor, la desidia o la soberbia hará de nosotros seres quebradizos. Hoy muchos son los que se aferran a un poder para seguir pero quizás ese solamente el poder que les lleve a claudicar. El coraje no es una ausencia de miedo sino el considerar que hay algo más importante que él.