Seguramente los humanos seamos los seres vivos más cómodos. Hoy en día todo el mundo es alguien si tiene un coche. ¿Pero realmente somos capaces de condicionar nuestra vida a ese motor que nos lleva de un lado a otro, nos atormenta cuando no encontramos donde aparcar o se nos viene el mundo abajo cuando tenemos que dejarlo en el taller? No somos nada si nos falla el coche. La bicicleta es un modo de transporte muy beneficioso para nuestra salud. Ahora que empiezan los días de sol podríamos al menos intentarlo. Circular por la ciudad nos será muy útil a la vez que más placentero y si abrimos nuestro horizonte y salimos al campo o a la playa el paseo nos regalará muy agradables momentos. Seamos capaces de dar un giro a nuestra existencia comenzando con el primer pedaleo. Lo demás ya viene por sí solo porque la vida es cambio y no estancamiento.