Es la percepción más exacta que utilizamos poco. Exhalar el aire y viajar en la distancia de las cosas y de las gentes. ¿Cuántas veces no hemos percibido ese aroma a días lejanos que vivimos con alegría?. Son puntadas de esa colcha maravillosa que conforma nuestra existencia. A veces nos traen recuerdos felices pero otras no y aún así las perpetuamos abrazándonos a ellos. Pero también están las percepciones futuras. Intuir ese olor a nuevo de una estancia nos anima a planificar nuevos retos. Todo en la vida cambia según seamos capaces de poner nuestra cara de responsabilidad. Descubrir que la sombra solo resulta peligrosa cuando no le prestamos esa atención que se merece. Entonces todos los hilos se contraen haciendo caer la montura de nuestros sueños. «En la confrontación de un arroyo contra la roca, el arroyo siempre ganará no por la fuerza sino por la persistencia. Igual que ese pájaro que bate sus alas porque intuye una aroma nuevo de libertad»