Hemos comenzado un nuevo año y parece como si estuviésemos hechos a él. Encontraremos grandes barreras que franquear y muchos puentes que cruzar, pero aún así seguimos haciendo planeas de futuro. Las montañas más altas son aquellas que se nos presentan de frente y sin avisar por lo que nuestro caminar debe ser consciente a la vez que prudente. Volver la vista a tras solo para recordar los buenos momentos nos hará ser mas cautos a la hora de valorar lo que tenemos y tratar de hacernos con lo que nos falta. Pero queremos tenerlo todo y hacerlo todo también y eso es nuestro primer tropiezo. Cuando miramos a sus cumbres más altas nos damos cuenta de lo elevadas que están y de lo insignificantes que somos junto a ellas. Pero es posible subir y observar frente a nosotros cuanto nos queda por hacer. Promesas a millares pero retos muy pocos porque no somos lo suficientemente fuertes como para hincar el codo y conseguirlo. Esta madrugada escuchaba en la radio los objetivos de muchos oyentes. No se trata de decir sino de hacer. Los retos son importantes una vez los consigues. Este 2019 puede estar lleno de proyectos si de verdad deseamos creer y crecer con ellos.