El sol del medio día diseña una instantánea especial bajo el cielo de la India. No nos pasa desapercibido todo ese espectacular fotograma ante nuestros ojos. Entre campos de mostaza, silencios y paz el palacio de Samode nos da la bienvenida. Princesas de cuentos perdidas entre sus pasillos y salones decorados con la más exquisita belleza te hacen vivir años atrás. Tiempo detenido en esa carrera de la vida que aunque nos parezca irreal atrapa desde la historia algo que jamás podrá diluirse entre los días o los años. Nos esperan en lo alto de la escalinata con una bandeja sobre las manos. Dejarán una señal de pintura en nuestra frente a modo de bienvenida al palacio. Namasté.