Con la imagen de la escultura dedicada a don Enrique González Bethencourt, director y fundador de la murga Ni fu- Ni fa que hoy se luce en la emblemática plaza del Príncipe de Santa Cruz de Tenerife donde tantos años deleitaron al pueblo con su picaresca y su humanidad. Esto es solo una puntada de las numerosas citas que el Carnaval de Tenerife tiene cada año en su programa. Esta fiesta cuenta con dos partes bien definidas, el Carnaval «oficial» y el Carnaval del pueblo. Murgas, comparsas, rondallas se abren paso en estos días por las calles dando color y ritmo en una ciudad que se transforma.