Ese espacio por donde ingresamos a alguna parte. Tras sus puertas está todo un mundo por descubrir. Construido sobre las ruinas de un antiguo Convento Dominico el teatro Guimerà de la capital tinerfeña nos muestra su entrada a ese mundo de la interpretación, del homenaje y también del descubrimiento. Fue inaugurado en el año 1851 habiendo sufrido varias reformas. Enclavado en la bonita Plaza de la Isla de la Madera tiene un aforo de 1.000 personas. Diseñado por el arquitecto canario Manuel de Oráa es toda una leyenda de más de 150 años. Frente a su entrada nos encontramos con la escultura denominada «Per Adriano» obra del artista polaco Igor Mitoraj quien la presentó a la primera exposición de esculturas en la calle que tuvo lugar en los años 70.