Dentro de la paleta de actos sociales los bailes de salón han sido reconocidos como el encuentro, el intercambio y hasta diría yo la reunión en la que se pueden fraguar muchos eventos, negocios acontecimientos que requieren cierto pulso y mucha habilidad y tacto. Durante la famosa «Belle Epoque» proliferaron estos encuentros a la par de que gestaron mediante estos numerosos pactos y entramados políticos y económicos. En ese bullir de una sociedad donde la influencias culturales contagiaban a una sociedad desde la aristocracia hasta el proletariado. Hoy en día el baile de salón está tomando nuevos impulsos y aunque ya no estamos hablando solamente de actos social con fines específicos las academias de baile vuelen a tomar protagonismo entre los aficionados a este bello y atractivo momento de intercambio y diversión entre las personas.