No por tener el pie más grande nuestro paso por este planeta será más productivo que otro. El hombre es el ser que necesita de la verdad y al revés. Su única necesidad es esa y sobre de ella se cimientan todos sus actos y decisiones. Por muy inverosímil que nos parezca hasta el leve vuelo de un pajarillo puede cambiar el ritmo de las cosas. De lo sencillo se llegan a sacar las lecciones más fantásticas y aunque somos unos desconfiados el caminar «sí hace al hombre». La amistad ocupa uno de los lugares más importantes de nuestra vida, ya que con ella aprendemos a manejar nuestros hábitos diarios y puntos de referencia con respecto a los otros. Buscamos siempre la felicidad y muchas veces no a encontramos porque queremos tener primero ese estatus que nos diferencia de los demás. Ahí nuestros pasos no nos llevan por el camino adecuado porque hemos de sentirnos felices y libres mucho antes de esa posesión de bienes que a la larga nos condicionarán en la vida. En ese estado puro es donde nuestras pisadas irán dejando huellas visibles. Atrás quedarán los pasos que debemos evitar.