
Sin plumas y cacareando. No hay que querer estar en todo y hacerse con todo. A veces hay que saber renunciar para ganar. Muchos de nuestros políticos se les llena la boca diciendo que ellos son los acertados. Nada más lejos de la realidad. Todos al final salen trasquilados, sin plumas y gritando.Y si no que lo demuestren.