
Es lastimoso tener que decirlo cuando todavía nos encontramos en un punto fuera del mapa de la recuperación. Para arreglar un problema hay que saber a que nos enfrentamos y a estas alturas no hemos diseñado aún una hoja de ruta conforme a las dimensiones de esta catástrofe.Los fallecidos no son todos los que están ni tampoco están todos los que son. Las historias se repiten dia tras día y la gente se pregunta hacia donde se dirije este barco. Tras un atril nos intentan contar muchas cosas bonitas, pero esas»perfectas caras de la responsabilidad» no son verídicas. Echar la palabrería tres veces al día les coloca ya en un lugar de confianza por parte de la población. No, eso no es así. Ahora nos toca contar uno a uno los fallecidos y encontrar el origen por el que tantas personas mayores se han ido. No, eso no es digo de un gobierno que según nos muestra «lo sabe todo» y sin embargo saben más los de afuera que ellos mismos. Si no porque hay tantas diferencias con otros países. Algo se esta haciendo mal de verdad y mientras nos la meten doblada enviandonos el material no apto, ya me dirán ustedes cuando terminará esta «historia interminable». Frente a otra generación perdida que no se lo va a pensar ni un momento marchar lejos, ya que aqui no hay nada que hacer. Los ingresos mínimos vitales que se ofrecen como rosquillas a la puerta del colegio y sin certeza de que sean ciertos, ya veremos como todas esas familias podrán salir adelante. No es serio señores tanta manipulación mediatica y tantos otros deslices que se les van cruzando en esta cuarentena. Para hacer frente a algo hay que saber a que nos enfrentamos y si ustedes ya no dan una derecha es que algo falla en este escenario de confusión,. Esa perfecta cara de la responsabilidad con la que día a dia nos predican no coincide con la verdad. Por lo pronto seguiremos esperando como pueblo sumiso, pero no dejaría yo que la cosa se desperrame demasido porque la paciencia tiene sus límites y si hay que luchar por lo suyo las personas ya no se andan con chiquitas.