Cuando los termómetros se encuentran al rojo vivo en este mes de julio el guiño de otra tarde nos avisó de la presencia de las violetas del Teide que un año más levatan sus cabezas mostrándonos su espectacular presencia. Los tajinastes ya han cumplido su misión y permanecen erguidos manteniendo su figura pero carentes ya de sus roja flor. Para compensar el tapiz que nos despliega Las Cañadas sigue siendo singular como siempre. Mientras los cielos se ponen en marcha para deleitarnos con esos espectáculos que cada noche hacen su estreno sobre nuestras cabezas.