
Para entender lo que quizás no estemos entendiendo hace falta bajar un simple escalón. El escalón de la razón y saber que ya nada es y tampoco nada será lo mismo que hasta hace unos meses era todo nuestro mundo. Nos resistimos a mirar mucho más profundo de esa cristalina visión que no es tan cristalina sino que debajo de ella hay todo un comienzo que aunque nos resistamos a creerlo existe. Todavía nos cuesta desprendernos de esa mochila cargada que siempre teníamos a mano. Y nos habíamos acostumbrado a ella. Nuestra mayor posesíon, controlando y haciendo que todo se moviese a nuestro gusto. Nos sentiamos los creadores de esa creación que ya hoy va deteriorando ese mundo al que teníamos por nuestro mundo y a esa sociedad que la considerábamos nuestra sociedad a la hora de avanzar. Desde el momento en el cual se las puertas de ese universo que es la enseñanza iremos viendo poco a poco que todo pasó y que ahora es un nuevo renacer. La mochila pesada habrá que vaciarla porque todo lo que ella contenía será obsoleto para nosotros y otras enseñanzas irán escribiéndose en las cuadriculas de las libretas. En los encuentros con los amigos que no vemos desde hace mucho. Que nuestros pupitres estarán aislados del resto y los recreos serán bajo el techo de la clase. Nada de lo que quedó ahí permanece, ni tan siquiera las canciones porque en este nuevo renacer los libros de cuentos vendrán desde un lugar llamado internet y en los abrazos sentiremos la distancia de algo que vivimos pero que ahora se diluye.