
Una historia de amor que nació hace setenta y dos años. El fallecimiento de Felipe de Edimburgo esposo de la Reina Isabel ll de Inglaterra marca un antes y un después en la historia de dicho país. Siempre caminando «a dos metros detrás de ella» como principe consorte. Toda una institución monárquica que a los ojos del mundo siempre ha sido destacada como singular. Hoy se escribirá una nueva página tras la verja del Buckingham Palace de Londres, un país que comienza su andadura fuera de Europa.