
El hombre se va creando espejismos frente a la tristeza que ahora se implanta en muchas de las circunstancias que nos son impuestas en este momento de nuestra vida. Hay que vislumbrar esos espacios de luz que a veces nos parecen tan inaccesibles y que nos hacen titubear y renunciar a ello. Pero ese factor de renuncia no es más que desorientación hacia esa claridad que está ahí, solo que hay que encontrarla. No es fácil perderse en un momento tan lleno de niebla donde todo parece no tener solución. Lo importante es ver aquello que somos y sobre todo responsabilizarnos de ese deseo de superar y trascender los muros de lo imposible. Dentro de la psicología de las emociones nos tropezamos con la más común de todas ellas «la tristeza». Pero las emociones son necesarias para nuestro equilibrio ya que son las luces que dirigen nuestra conducta en todas las situaciones ya que son el motor de arranque para empezar una nueva realidad. Ahora nos encontramos frente a esos soles de hojalata que reflejan en cada instante nuestros propósitos de superación. Aunque sean solo de hojalata son los que hoy por hoy nos podrán ir dando luz en el camino hacia la superación. No existe el miedo cuando de verdad tenemos algo donde mirarnos para seguir. Y en estos momentos dicha representación o realidad es nuestro punto de partida.-