
«La suerte es lo que uno no padece» V. Frankl. Porque el que la busca no la encuentra es solamente ella la que nos encuentra a nosotros. La vida nos está dando muestras de llo a cada instante pero no sabemos apreciarla. Nos perdemos en infinidad de tontadas y de compromisos que lo único que nos hacen es complicar cada vez más nuestra existencia. No se puede detener el vuelo de un pájaro solamente porque nos apetezca hacerlo. El diagnóstico es bien claro; «La sociedad es muy enferma». y aún seguimos engañándonos con nuestra locuras, como personas, como amigos y también como padres. Y al final todo termina creando vacíos existenciales como una carcoma que nos consumirá poco a poco. La suerte es ese tesoro que infravaloramos creyéndonos apoderados de algo que nada tiene que ver con la razón de creernos mucho más. Que no nos compromete a nada pero sí nos hace responsables. Los humanos somos muchas veces tan malvados que comparamos esa maldad con la suerte que un día nos encontró y nos hizo felices, creyéndonos dueños de la vida de quienes están con nosotros y vilmente les imponemos nuestra voluntad.