
Nuestra actitud mental es la que determina principalmente la calidad de vida. Buscamos proteción a cada paso y sin embargo muchas son la veces que nos hallamos desorientados, perdidos. La gaviotas descansan bajo el sol de la tarde sobre la roca y mirando al mar. Un sonido constante que les causa veradero sosiego tras largas horas de vuelo. La espuma bulle frente a ellas haciendo remolinos que desde las profundidades nos alertan o simplemente nos distraen. Recalan ahí para sentirse arropadas mientras el azul enmarca sus silueta. Muchos reductos y muchos caminos se extienden ahora frente a ellas que recogen la nostágica sensación de otros muchos paseos sobre el mar.