
Como un centinela que cuida de su entorno el árbol mira. Cuántos años, cuántas décadas has pasado ahí entre las flores y las plantas del Jardín Botánico del Puerto de la Cruz. En tu silencio y en tu sabiduría anidan hoy los pájaros que van y vienen haciendo de tí el refugio de su camino y el guardián de su descanso. Mirarte es todo un halago para los ojos que trepando por tus enormes troncos nos elevan hasta esa altitud desde donde todo se divisa y también todo se comprende. La mirada vertical de tu presencia me hace presagiar que durante mucho tiempo vas a serguir estando ahí. enmedio del jardín, observando nuestras pisadas y jugando con nuestras emociones. Sólo tu tienes el poder de hacerte diferente entre la capa verde del entorno y bajo el sombrero azul de las estrellas.